El procesamiento de la nómina en México tiene un alto nivel de complejidad. No sólo hay que determinar las horas de trabajo de los empleados para calcular sus salarios; también hay que observar las leyes en materia laboral, seguridad social, impuestos, etc.
De modo que por un lado hay que atender normas y obligaciones como las de la Ley Federal del Trabajo, las del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), o las del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit); y por otro lado, hay que hacer el cálculo de impuestos federales como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), o el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU), entre otros.
A ello se suman diversas disposiciones estatales y municipales, entre las cuales destacan el impuesto predial, los impuestos sobre nóminas (ISN), así como diversos impuestos más por toda clase de servicios públicos o por eventualidades políticas.
Por si fuera poco, los cambios en estas disposiciones son bastante frecuentes, y generalmente hay legislaciones transitorias que acatar. Pero lo más importante de todo es que una buena administración de nómina, igual tiene que ver con la contabilidad general de la empresa, con el control de sus contratos, sus gastos e inversiones, sus activos y sus pasivos. De modo que ahí está la clave para tener éxito y crecer.
Por fortuna, tanto las nuevas tecnologías como los servicios de maquila de nómina vía outsourcing pueden ayudarle, simplificando o absorbiendo estas tareas, sin que ello requiera grandes inversiones.
Fecha: Julio 2024
Autor: Fernando Sosa Lucio
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