La motivación es importante en el mundo laboral. Una plantilla motivada siempre rinde mucho más, siempre se compromete, siempre encuentra soluciones creativas para los problemas, y siempre propone nuevas maneras de hacer las cosas, con mayor eficiencia y calidad.
Para mantener a su personal motivado, la empresa debería ser capaz de identificar aquello que puede generarle tensiones o insatisfacciones. Algunas de las razones más comunes para sentirse poco motivado suelen ser:
- La impresión de que no se es bien remunerado.
- Problemas con los compañeros de trabajo o con los clientes.
- Que haya malas relaciones con los superiores.
- Que el trabajo se considere algo excesivo, rutinario o aburrido.
- Consciencia de la falta de destrezas o conocimientos, sin opciones de capacitación.
- Falta de reconocimiento.
- Escasas oportunidades de conseguir ascensos.
Para evitar que estos inconvenientes le impidan alcanzar el éxito, lo más recomendable es empezar por una adecuada selección de personal. Después de todo, no todas las personas tienen las mismas cualidades para laborar en los mismos empleos; hay que ofrecerle esos empleos a quienes los vean como parte de su desarrollo profesional y personal.
Después hay que mejorar la comunicación dentro de la empresa. Hay que construir relaciones basadas en el respeto y la reciprocidad. Hay que crear confianza y fortalecer el trabajo en equipo, al igual que el sentido de pertenencia y unión.
Aún con pequeñas acciones o gestos significativos se puede aumentar la motivación. No siempre hace falta mucho. Pero aquellas empresas con bastas plantillas de empleados, lo tienen más difícil. Para ellos es importante establecer entrevistas y evaluaciones personales de manera periódica, que sirvan para identificar y atender sus intereses y sus expectativas.
Autor: Fernando Sosa Lucio
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