A mucha gente le parece excesivo que en los procesos de reclutamiento, las empresas apliquen toda clase de exámenes. A su modo de ver, no hace falta complicarse con tediosos procesos burocráticos, pues todo lo que necesitas saber sobre un candidato desde sus conocimientos hasta su actitud, puedes averiguarlo en una entrevista.
Esto puede ser cierto cuando el trabajo es muy simple, cuando el puesto no demanda aptitudes específicas o cualidades sobresalientes. Pero si este no es su caso, si siente que requiere personal calificado o más preparado que la media, quizá le convenga depender menos de su intuición y más de las habilidades de un reclutador profesional.
Algunos de los errores más comunes que se cometen por carecer de la habilidad o la asesoría profesional durante el reclutamiento, son: omitir la elaboración de un perfil adecuado para el puesto, demorar las entrevistas, pasar por alto los requisitos mínimos para el puesto, aplicar erróneamente pruebas mal diseñadas, etc.
La importancia de las pruebas de conocimientos, los test de personalidad, los análisis psicométricos y los estudios socio-económicos, radica en que le permiten ver más allá de las apariencias. Con ello podrá formarse una mejor idea de los candidatos. Así tendrá muchos más elementos para reflexionar y decidirse, además de su intuición.
Autor: Fernando Sosa Lucio
También te puede interesar…